Hubo en un siglo un día que duró muchos siglos.

Un proyecto humilde de una familia humilde

El proyecto en el que participé con Cooperatour fue impulsado por Judith López. Un proyecto humilde de una familia humilde.

Su objetivo principal es fomentar la educación en un país en el que, por una parte, se dificulta el acceso a la misma por parte del gobierno y, por otra parte, los niños, desde muy pequeños, son considerados una herramienta de trabajo, pues toda mano es necesaria para llegar al pan de cada día. El proyecto busca brindar oportunidades a los niños para salir de la extrema pobreza en la que viven. Nada fácil, pero tampoco imposible, siempre y cuando haya manos y corazones dispuestos a cooperar.

Además, este se orienta a la educación y la ayuda hacia las propias familias, ofreciendo talleres de medicina natural para la cura de heridas y enfermedades, así como víveres, útiles de aprendizaje y demás bienes básicos en aquellas aldeas que no tienen recursos.

«Cualquier ayuda produce un cambio real en la vida de las personas»

Olvidaos de la frase «toda ayuda es poca», porque cualquier ayuda produce un cambio real en la vida de las personas. Cualquiera, por mínima que creas que es. Es fácil caer en que hay tanto por arreglar en el mundo que lo que uno puede aportar es una miseria. Todo influye. Más aún cuando nos unimos para ello.

Os invito a vivir la experiencia de adentrarte en la realidad como voluntari@ y descubrir las maravillas que puedes aportar. La realidad no esta ni ningún post en ninguna red social. Tampoco los rumores ni lo que se muestra en televisión. Trasciende mucho más. Hay que vivirlo de cerca.

Lo más bonito que he vivido y visto allá, así como lo más trágico, no está documentado. Pero creo que os lo podéis imaginar.

GUATEMALA… «tierra desnuda, tierra despierta, tierra maicera con sueño…».

Vídeo recopilatorio de Sara sobre su experiencia de voluntariado en Guatemala