Mi experiencia en un voluntariado internacional: lo que aprendí

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Mi experiencia en un voluntariado internacional: lo que aprendí

Hacer un voluntariado internacional no es solo ayudar, es transformarte. Quiero compartir mi experiencia personal, porque si estás dudando en dar el paso, quizás estas palabras te animen a vivir algo que, sinceramente, cambia la vida.


El inicio de la aventura

Hace unos meses decidí que mis vacaciones no serían solo para descansar, sino para aportar algo positivo al mundo. A través de Cooperatour, elegí un proyecto educativo en Perú, apoyando a niños en una escuela rural de los Andes. No sabía muy bien qué esperar, pero me lancé con ilusión (y un poco de miedo, lo admito).


La llegada y el primer impacto

El primer día fue un choque cultural: costumbres distintas, otro ritmo, y niños que te abrazaban sin conocerte. Rápidamente entendí que aquí no se trataba de enseñar solo materias, sino de escuchar, compartir y estar presente.


Más allá del proyecto

  1. La empatía lo cambia todo.
    Escuchar con el corazón vale más que mil palabras.
  2. Menos es más.
    Personas con muy pocos recursos me enseñaron lo que es la generosidad auténtica.
  3. El voluntariado es un intercambio.
    Yo fui a dar… y volví con muchísimo más de lo que imaginé.
  4. Los vínculos se crean rápido.
    Lloré al despedirme de personas que solo conocí durante unas semanas.

¿Lo volvería a hacer?

Sin dudarlo. Y ojalá más personas se animen a vivirlo. Porque el voluntariado no solo transforma comunidades: te transforma a ti. Te cambia la forma de mirar el mundo… y también de mirarte a ti mismo.


¿Y tú, te animas?

Empieza tu propio viaje solidario. Descubre los programas de voluntariado internacional y elige el que más conecte contigo.

👉 Consulta todos los proyectos de Cooperatour

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