Mi experiencia de voluntariado ha sido realmente gratificadora. A través de Cooperatour establecí de antemano los proyectos que más se ajustaban a mi perfil. Y entonces llegué al Centro de Voluntarios de Colombo, donde hice mi voluntariado con budistas, además de otro con niños.
Cómo, dónde, cuánto y por qué hice mi voluntariado
Mi voluntariado lo hice la última semana de octubre de 2016, y por un periodo de 3 semanas, que acabé aumentando a 4 semanas. En el Centro de Voluntarios dormíamos, hacíamos todas las comidas y preparábamos las clases del día siguiente. Disponíamos de wifi y ordenador. El lugar es muy tranquilo, con un amplio jardín y terraza, lo que acabas agradeciendo porque Colombo es una locura de ciudad. La comida era local, apetitosa y variada, con un punto por debajo del picante habitual. Cada mañana, después del desayuno, cada uno de los voluntarios nos dirigíamos a nuestro destino junto a nuestro coordinador.
Mis proyectos: voluntariado con monjes budistas y niños
Yo participaba en dos proyectos, consensuados con los coordinadores: dar clases de inglés en un monasterio a monjes budistas entre los 9 y 16 años, y en una escuela pública a niños y niñas de 10 años. No fue fácil (sobre todo en el caso de los monjes, debido a la disparidad de niveles y al choque cultural), pero ha resultado una experiencia inolvidable. Es fundamental saber conectar con ellos e implicarse, y luego te lo agradecerán de mil maneras. Como en cualquier aspecto de la vida, cuanto más das más recibes.
Mi cambio a través del voluntariado
Gracias a estos dos proyectos educativos pude acceder además a la vida del país con una experiencia de primera mano (me invitaban a todas las celebraciones, hablaba con los otros profesores y directores, también con los monjes mayores…). Desde el viernes a mediodía hasta el lunes por la mañana viajaba por el país, y lo iba conociendo poco a poco. La convivencia con los otros voluntarios, que venían de todas partes del mundo, fue excepcional. También con los coordinadores, que estaban allí para lo que necesitaras; constituían el nexo a la cultura local (los códigos culturales son muy distintos entre Sri Lanka y España), y además eran muy permeables a nuevas ideas y modos de enfocar la enseñanza. Para mí ha sido un mes en el que he vivido de una manera extraordinariamente intensa un montón de experiencias nuevas. Me siento profundamente enriquecido y agradecido. La experiencia ha superado todas mis expectativas. Así que creo que repetiré el año que viene…
Comentarios recientes