Francisca Álvarez Ruiz.
Administrativa, Valencia.
1 mes en Perú, en el Proyecto de prevención y educación, Cuzco.
Septiembre, 2009.
La verdad que para ser mi primera experiencia y no conocer más que lo que nos informan aquí en Cooperatour y pensar en que podía verme envuelta en esto sin conocer nada ni nadie… todo ha sido muy fácil, gracias a que en Cooperatour está todo muy claro.
Parece que fue ayer… cuando salí sola desde Valencia sin saber lo que me iba a encontrar… Mi primera imagen de Cuzco fueron esas maravillosas e impresionantes montañas y la inesperada noticia de que iba a estar con Raquel y Paloma (otras dos chicas de Cooperatour), mis teenager´s, que también llegaron ese mismo día, alojadas en otra casa durante una semana, aunque a la siguiente semana fuimos a «Villa Betty» donde estaban todos los demás voluntarios…allí estábamos las tres sufriendo el «soroche» medio mareadas, sin aliento y con la emoción de lo que nos esperaba…
El primer día del proyecto fue una mezcla de sensaciones, un gran caos en el que no sabes qué hacer. Ese día estuve limpiando y lijando una cocina de estas grandes de gas, porque se estaba montando la cocina para dar a los niños el “refrigerio” que unos días era arroz con leche, otros leche de avena con pan
…todo este día tan loco! se vio recompensado por esos besos y abrazos de los niños «hola profe!» «donde vives?», «has venido en coche?» jeje…esos pequeños renacuajos que algunos llegan después de una larga jornada de colegio, otros después una larga jornada de trabajo…otros que llegan de sus casas, unos con uniformes, otros con la ropa que tienen…algunos con sus caritas y manos quemadas y arrugadas por el sol…. esos pequeños de la clase de «las hormiguitas» con sus dientes…dientes aún de leche y llenas de caries y como nos decía Roni «me duele cuando como»…. todos son bienvenidos.
Las vivencias del «día a día», en un mundo tan diferente! sus costumbres, sus comidas, la forma de ser comparada con el estrés europeo, yendo a comprar a nuestro supermercado «La Canasta» en la que íbamos buscando los ingredientes necesarios para hacer la nostálgica tortilla de patatas y muchos pañuelos de papel…muchos! ya que el “raro invierno” calor por el día y frío por la noche, el polvo que se respiraba en el ambiente…hizo estragos a casi la mayoría de los voluntarios
…Y ese trayecto hasta llegar al cerro del Asentamiento…una odisea, cogiendo esas «combis»… furgonetas tipo «Vanette» en la que caben por lo menos 50 personas amontonadas y que nos llevaban hasta lo alto del cerro para seguir atravesando ese barranco lleno de basura, pasando por las casas del cerro, subiendo esa cuesta… «la cuesta de la muerte» como las llamábamos…
Y a la abuela de la casa donde viviamos, que se molestaba cuando utilizábamos la cocina pero que luego se quedaba contenta porque le dejábamos la cocina más limpia que los chorros del oro… jeje… y aquellas noches en el barrio de San Blas en donde nos reuníamos con los demás voluntarios de Cooperatour en Cuzco…
Mi experiencia ha sido increíble en todos los aspectos. El consejo que daría a otras personas que estén dudando es que no se lo piensen. Es una experiencia vital que la tienes que vivir en primera persona para saber lo que es…. nadie te puede dar opiniones, bueno la mía sería: no te lo pienses más, y vete!.
En fin… mi voluntariado en el proyecto de prevención y educación y mi experiencia ha sido mejor de lo que podía imaginar… no me despedí de Cuzco… esto no ha terminado para mí!.
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