Ayer nos despedimos del último de los proyectos de protección de tortugas marinas que hemos visitado en Costa Rica. Sin duda, se trata de uno de los proyectos más especiales del viaje. La gente que trabaja en la ONG, todos locales, son amables y llenos de carisma. Cuidan de los voluntarios y saben hacerles sentir como en casa desde el primer momento.
Fue una pena que no fuera la temporada de desovación de las tortugas pero el paisaje y los muchos talleres que se llevan a cabo fueron suficientes para saber que este proyecto puede hacer disfrutar mucho a los voluntarios de Cooperatour.
Durante todo el año, se podrá participar en la tareas de: construcción del mariposario, cuidado de los árboles frutales o plantación de hierbas medicinales. Además, entre mediados de febrero y hasta finales de septiembre se desarrollará la actividad fundamental del proyecto: la protección de las tortugas marinas. Un animal en peligro de extinción que necesita ser protegido de los cazadores furtivos y los ladrones de huevos.
El mar caribe, la selva y las tortugas marinas harán que el voluntario se sienta viviendo una experiencia increible en mitad de un paraiso.
Comentarios recientes